El orgullo del fútbol español: más libre que nunca
Como cada 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo. Una fecha muy importante en la sociedad actual en la que seguimos peleando por la igualdad de derechos para todas las personas, independientemente de su orientación o percepción sexual. El fútbol femenino, en su corta pero importante historia, siempre ha sido un pilar fundamental en la lucha por esta causa. ¿Hacia dónde vamos?
Como cada 28 de junio, se celebra internacionalmente el Día del Orgullo. Una fecha en la que celebrar la diversidad y la libertad de todas las personas. Quizás, muchos no conozcan la historia de los disturbios de Stonewall, en Nueva York, donde, por primera vez, la comunidad homosexual estadounidense salió a las calles para reclamar sus derechos y las de todas las generaciones futuras. Un avance de unos valientes sin los que no se entendería la sociedad que tenemos hoy.
sUPERANDO BARRERAS
El fútbol femenino siempre ha recogido la bandera de la inclusión y se ha posicionado, gracias a sus seguidores/as y jugadoras, como un deporte social. Un deporte en el que no importa quién eres, de dónde y, ni mucho menos, tu orientación sexual. Un espacio abierto para todxs lxs que comparten la pasión por el fútbol por encima de cualquier otro rasgo.
Y todo esto ha sido posible gracias a la naturalidad que siempre se le ha dado desde todos los agentes que componen el fútbol femenino: jugadoras, entrenadores/as y los propios clubes siempre han tratado con la normalidad que se merece, un tema como la presencia LGTBQ en el sector. Muchas de las mejores jugadoras del mundo se han convertido en referentes, tanto por la labor que desempeñan dentro del campo como por los derechos que defienden más allá de los terrenos de juego. Activistas sociales de muchas causas entre las que, como no, destaca la lucha por los derechos que se proclaman en el Día del Orgullo.
Jugadoras que, gracias a su influencia en la sociedad y, especialmente en un público tan joven como el del fútbol femenino, están haciendo algo que va mucho más allá que luchar por sus derechos. Están incluso educando a las siguientes generaciones. Educándolas en saber que lo realmente importante no es tu orientación sexual ni tu género, sino que te sientas bien contigo misma y que puedas desarrollarte como persona y como profesional en libertad. ¿Por qué tiene que ser más importante para un/a futbolista saber quién es su pareja que cuántos goles es capaz de meter?
Hacia un fútbol inclusivo
A pesar de todos los avances que se han conseguido históricamente en el fútbol, nadie se puede relajar. Todavía son muchos los retos que nos quedan por delante para conseguir, dentro de nuestro sector, un entorno seguro, inclusivo y respetuoso, donde todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, puedan participar plenamente y sin discriminación. Todos debemos seguir pelando por que, especialmente las instituciones, sigan apostando por la implementación de políticas antidiscriminatorias, programas educativos, apoyo emocional y la promoción de modelos LGBTQ en el deporte.
Y hablando de fútbol, independientemente de que sea femenino o no, es importante seguir educando a la audiencia. Seguir trabajando por la normalidad como lo hacen muchas jugadoras y como, cada vez, lo hacen más jugadores. Ejemplos como el de Borja Iglesias, que se ha posicionado como el jugador más reivindicativo de la élite, son los que tienen que servir como base a trabajar de cara a un futuro. Tanto a nivel de campañas en redes sociales como por su implicación y ruptura de estereotipos también en los campos.
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