El trabajo de un agente: confianza y hermetismo
El trabajo de la representación deportiva no es, ni de lejos, el más conocido. Ni dentro del sector del fútbol ni, mucho menos, dentro del deporte en general. Los que la vivimos tenemos la suerte de ejercer una profesión muy bonita pero que, al mismo tiempo, tenemos que tratar con pinzas.
Sí, en el mundo de la representación tenemos que ir con pies de plomo y tener muchísimo cuidado. Ya que las jugadoras están confiando en nosotros su día a día y su futuro, los representantes tenemos que devolverle ese compromiso. Debemos crear un cierto hermetismo con cada una de ellas y ser completamente transparentes. Representantes y jugadoras formamos un equipo y vamos unidos hacia un mismo objetivo, por lo que estamos en contacto constante para sopesar todas las posibilidades para llegar al punto en común. Ellas son las que juegan y nosotros sólo le intentamos poner todas las facilidades para acercarle a las condiciones que más se acerquen a su filosofía y estilo.
Lo más importante que tenemos los representantes es que somos unos camaleones. Debemos dejar atrás nuestras preferencias para adaptarnos a cada una de las jugadoras, ya que cada una es un mundo y nuestro posicionamiento varía según la persona. Por encima de todo son profesionales y no todas reclaman las mismas cosas: unas más implicación y cercanía; otras, menos. Dentro del profesionalismo al que aspiramos, ellas son las que marcan el trato que quieren. No existen dos jugadoras iguales, y es por eso que la capacidad de adaptación es una de las virtudes que más debemos perfeccionar los que nos dedicamos a esto.
El proceso de evolución que vivimos en el fútbol femenino también repercute en nuestra profesión. Es cierto que a muchos les gustaría crecer más rápido, pero tenemos clara la dirección hacia dónde queremos ir. Cada paso hacia el profesionalismo del sector está siendo lento, pero creo que no deben existir prisas por parte de ningún estamento, club, jugadora o agente. Debemos evolucionar bien y dando pasos firmes. Cada avance nos hace tener más competencias y responsabilidades. Por eso me gusta decirle a las jugadoras que “da igual el tamaño del paso, lo que importa es la dirección”. Eso nos hace mejores a todos.
Aunque seamos ambiciosos a largo plazo, mirar más lejos no tiene demasiado sentido si no nos centramos en el presente. Los objetivos deben ser semanales y, dentro de los objetivos semanales, otros diarios que nos hagan darlo todo cada día. Los sueños más lejanos se acercan al aquí y al ahora y eso es lo que realmente está en nuestra mano.
EL PROYECTO DE BEPLAYER
Todo esto es lo que le intento transmitir a la gente que forma nuestro equipo y creo que gracias a este método la gente percibe a BePlayer como un grupo cercano, leal y en el que se puede confiar. Esos son los rasgos que le he querido transmitir a nuestras jugadoras. Sobre todo porque para mí esto es un estilo de vida y no sólo un trabajo. Cada una de las patas que sostiene la agencia es vital y el trabajo que hacemos cada uno es la clave para avanzar y transmitir la filosofía, tanto de las jugadoras como la nuestra.
DIFERENCIAS CON EL MUNDO MASCULINO
Una de las grandes dudas que se suelen dar es si el mundo del futfem y el del fútbol masculino tienen muchas diferencias. Yo, por suerte, he podido trabajar en los dos sectores y opino que no hay uno mejor que otro y que no tienen nada que ver entre sí.
Personalmente, la principal diferencia con la que me he encontrado reside en la cercanía que se da con las jugadoras -en el sector masculino también se da, pero a menor escala-. Muchas jugadoras saben de dónde vienen y por eso valoran tanto donde están a día de hoy siendo conscientes del progreso que poco a poco se va confirmando.
Obviamente, la otra gran diferencia está relacionada con el aspecto económico que se manejan en los dos sectores. Por suerte y por justicia, las cifras en el fútbol femenino han ido evolucionando al mismo ritmo que el sector y estoy seguro de que, poco a poco y sin prisa ninguna, el crecimiento seguirá al alza.
A modo de resumen, tengo que admitir que me considero un privilegiado por poder trabajar con la gente con la que convivo cada día. Echo la vista atrás y veo un camino recorrido tremendo, pero estoy seguro de que somos una versión light de lo que está por venir. Puedo gritar a los cuatro vientos que trabajo con muy buenas personas y jugadoras y estoy muy agradecido de que confíen en mí para algo tan importante como es su presente y su futuro profesional.
Si quieres conocer mejor el trabajo que hacemos en la agencia, te invitamos a explorar nuestra página QUÉ HACEMOS.
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